El miedo a hablar en público es una emoción más habitual de
lo que parece que se expresa como una sensación muy desagradable. Esta
sensación se da en el momento de hablar en público, pero también en los
momentos previos y durante el periodo de tiempo en el que la persona sabe que
deberá hablar en público. Ya sea para defender un trabajo en el colegio,
presentar una propuesta en el trabajo o hacer un discurso para una celebración.
El miedo a hablar en público se debe a la percepción de
peligro, es decir, a la creencia de que hablar en público conlleva algún
riesgo. Por ejemplo, hacer el ridículo, hacerlo mal, que los demás piensen que
no sabes, etcétera. Pero la realidad es que no existe un peligro tan grande
como para tener una reacción de miedo que nos incapacite a hablar en público.
Todo está en nuestra mente y en la interpretación desadaptativa de la realidad.
La emoción de miedo, lleva asociada la acción de evitación y
de huida. En caso de que se huya de la situación y se evite hablar en público,
el miedo se reforzará y se fortalecerá. Por tanto, si quieres perder el miedo a
hablar en público, lo mejor que puedes hacer es afrontar la situación.
Cómo aprender a hablar en público
Observa a oradores y capta sus trucos. Fíjate en la gente
que habla en público, qué aspectos tienen en común, qué detalles te llaman la
atención. Puedes buscar uno o varios referentes. Observando a los demás, sabrás
por dónde empezar.
Imita a tus referentes o personas que te guste como hablan
ante los demás. Busca un momento de tranquilidad, ponte en la piel de un orador
e imítale copiando las técnicas que utiliza al hablar en público.
Practica. Todas las habilidades prácticas se aprenden
repitiendo una y otra vez. Aprender a dar discursos ante los demás se aprende
con la práctica.
Identifica los errores. Siempre hay algo que se puede
mejorar. Sé consciente de los fallos, elige uno de ellos y céntrate en ese para
mejorarlo. Cuando hayas adquirido ese aprendizaje, identifica otro error y
sigue el mismo procedimiento.
Técnicas para hablar en público sin nervios
Es posible aprender la habilidad de orar mediante el
conocimiento y la aplicación de las técnicas para hablar en público sin servios
y la práctica de las mismas. A continuación, se exponen algunas de las más
importantes.
1. Creer en uno mismo
Aumentar el nivel de seguridad en uno mismo. Se puede
trabajar en aumentar la autoconfianza, pues, para hablar en público, es de gran
importancia creer en uno mismo. Debes confiar en ti mismo, en tus capacidades y
en tus conocimientos.
2. No juzgarse
Lo importante no es el orador, sino el discurso. El público,
seguramente, no va a observar y evaluar al orador, va a escuchar un discurso.
Por tanto, lo importante es lo que se transmita y lo que se aporte al público,
la información y la sensación que la audiencia se lleve de la ponencia.
3. Ignorar los nervios
Es normal sentir cierta activación del organismo, como por
ejemplo, aumento del ritmo cardíaco y respiratorio, sudor en las manos, leve
temblor y excitación general. No pasa nada, simplemente el organismo se está
activando para hacer frente a un desafío. El corazón bombea más rápido para
irrigar todas las zonas de nuestro cuerpo, así cómo la respiración se acelera para
proporcionar oxígeno. Los músculos se preparan para el movimiento y aumenta la
temperatura corporal. Todo el cuerpo está listo para ayudarnos a afrontar el
reto de dar una conferencia en público. No es necesario darle más importancia
de la que tiene.
4. Aprender técnicas de respiración y relajación
En caso que los nervios incapaciten para hablar en público,
se deberá aprender técnicas de respiración, como la respiración diafragmática,
y de relajación, como la relajación muscular progresiva de Jacobson. Para poder
ponerlas en práctica y conseguir un descenso de la activación fisiológica.
5. Imaginar
Hacer un ejercicio de imaginación. El cerebro, en ocasiones,
no distingue la realidad de la imaginación. Por eso, es bueno imaginar
previamente la situación en la que uno mismo habla en público adecuadamente con
el máximo detalle posible. Cuando se hable en público, el cerebro no
interpretará esta situación como totalmente nueva, porque para él ya ha
sucedido, aunque sea en imaginación.
6. Dominar el tema
Conocer a fondo el tema a exponer proporciona las bases para
una buen discurso, desde una mayor sensación de autoconfianza, hasta un mayor
conocimiento para preparar los puntos importantes de la charla y también poder
contestar las preguntas que el público pueda plantar.
7. Tener claro el objetivo
Tener claro el objetivo de la charla es necesario para tener
un punto de referencia presente en todo momento. Saber qué queremos comunicar y
qué debemos transmitir para que guíe el discurso. El objetivo debe aparecer en
la conclusión.
8. Conocer a la audiencia
Saber las características del público a quien irá dirigida
la charla. Eso permite adaptar tanto la información como la manera de darla.
Para ello, es necesario ponerse en el lugar de los asistentes y hablar al
público de aquello que le resulte interesante y en un lenguaje que se ajuste a
su comprensión.
9. Preparar el discurso
Es primordial preparar muy bien qué decir y como decirlo, es
decir, planear un guión con el esqueleto del discurso. Las primeras veces que
se habla en público, cuanto menos se deje al azar, mejor. Se recomienda empezar
a preparar el guión por la conclusión y continuar trazando el camino para
llegar a ella.
10. Generar interés
Para crear expectativa y generar interés, se puede utilizar
alguno de estos trucos para llamar la atención:
Formular una pregunta impactante. Por ejemplo: ¿Eliminar las
drogas o legalizar las drogas?
Citar una frase conocida. Un ejemplo: Solo sé que no sé
nada. Incluso, añadir alguna variante. Por ejemplo: Houston, tenemos 3
problemas.
Utilizar un juego de palabras. Como: Beber para vivir y no
vivir para beber
Proporcionar datos sorprendentes: En España se suicidan cada
día más de 10 personas.
Utilizar ejemplos, contenido visual, datos estadísticos,
metáforas, comparaciones, etcétera. Es una manera de ofrecer la información de
forma diferente y atractiva. Sin embargo, estos recursos se deben emplear con
moderación.
11. Establecer un buen ambiente con el público
Tener la simpatía del público será uno de los factores clave
para que un discurso tenga éxito. Eso se puede conseguir practicando la
empatía, siendo honesto, explicando alguna anécdota interesante o divertida e
interaccionando con la audiencia: se puede hacer un halago, una pregunta
dirigida al público, etcétera.
12. Ser natural
Se recomienda optar por la sencillez, la facilidad y la
claridad. Utilizar un vocabulario comprensible y procurar no divagar ni perder
el hilo de las explicaciones.
13. Utilizar el humor, si procede
En situaciones en que el uso del humor sea adecuado, este
permite amenizar el discurso y conectar con la audiencia. También suscita la
sonrisa del público y favorece la predisposición a mantener la atención.
14. Hacer un correcto uso del silencio
Una pausa en el discurso sirve por ejemplo, para dejar un
espacio a la audiencia para procesar la información y reflexionar. En este
caso, se utilizaría tras una frase importante, una explicación de peso o la
formulación de una pregunta. Por otra parte, el silencio permite llamar la
atención y crear expectación. En este caso, se puede utilizar antes de
contestar a una pregunta, antes de seguir con una parte importante del discurso
o antes de desvelar una información.
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