lunes, 1 de junio de 2020

Si tienes miedo de hablar en público

El miedo a hablar en público es una emoción más habitual de lo que parece que se expresa como una sensación muy desagradable. Esta sensación se da en el momento de hablar en público, pero también en los momentos previos y durante el periodo de tiempo en el que la persona sabe que deberá hablar en público. Ya sea para defender un trabajo en el colegio, presentar una propuesta en el trabajo o hacer un discurso para una celebración.

El miedo a hablar en público se debe a la percepción de peligro, es decir, a la creencia de que hablar en público conlleva algún riesgo. Por ejemplo, hacer el ridículo, hacerlo mal, que los demás piensen que no sabes, etcétera. Pero la realidad es que no existe un peligro tan grande como para tener una reacción de miedo que nos incapacite a hablar en público. Todo está en nuestra mente y en la interpretación desadaptativa de la realidad.

La emoción de miedo, lleva asociada la acción de evitación y de huida. En caso de que se huya de la situación y se evite hablar en público, el miedo se reforzará y se fortalecerá. Por tanto, si quieres perder el miedo a hablar en público, lo mejor que puedes hacer es afrontar la situación.

Cómo aprender a hablar en público

Observa a oradores y capta sus trucos. Fíjate en la gente que habla en público, qué aspectos tienen en común, qué detalles te llaman la atención. Puedes buscar uno o varios referentes. Observando a los demás, sabrás por dónde empezar.

Imita a tus referentes o personas que te guste como hablan ante los demás. Busca un momento de tranquilidad, ponte en la piel de un orador e imítale copiando las técnicas que utiliza al hablar en público.

Practica. Todas las habilidades prácticas se aprenden repitiendo una y otra vez. Aprender a dar discursos ante los demás se aprende con la práctica.

Identifica los errores. Siempre hay algo que se puede mejorar. Sé consciente de los fallos, elige uno de ellos y céntrate en ese para mejorarlo. Cuando hayas adquirido ese aprendizaje, identifica otro error y sigue el mismo procedimiento.

Técnicas para hablar en público sin nervios

Es posible aprender la habilidad de orar mediante el conocimiento y la aplicación de las técnicas para hablar en público sin servios y la práctica de las mismas. A continuación, se exponen algunas de las más importantes.

 

1. Creer en uno mismo

Aumentar el nivel de seguridad en uno mismo. Se puede trabajar en aumentar la autoconfianza, pues, para hablar en público, es de gran importancia creer en uno mismo. Debes confiar en ti mismo, en tus capacidades y en tus conocimientos.

 

2. No juzgarse

Lo importante no es el orador, sino el discurso. El público, seguramente, no va a observar y evaluar al orador, va a escuchar un discurso. Por tanto, lo importante es lo que se transmita y lo que se aporte al público, la información y la sensación que la audiencia se lleve de la ponencia.

 

3. Ignorar los nervios

Es normal sentir cierta activación del organismo, como por ejemplo, aumento del ritmo cardíaco y respiratorio, sudor en las manos, leve temblor y excitación general. No pasa nada, simplemente el organismo se está activando para hacer frente a un desafío. El corazón bombea más rápido para irrigar todas las zonas de nuestro cuerpo, así cómo la respiración se acelera para proporcionar oxígeno. Los músculos se preparan para el movimiento y aumenta la temperatura corporal. Todo el cuerpo está listo para ayudarnos a afrontar el reto de dar una conferencia en público. No es necesario darle más importancia de la que tiene.

 

4. Aprender técnicas de respiración y relajación

En caso que los nervios incapaciten para hablar en público, se deberá aprender técnicas de respiración, como la respiración diafragmática, y de relajación, como la relajación muscular progresiva de Jacobson. Para poder ponerlas en práctica y conseguir un descenso de la activación fisiológica.

 

5. Imaginar

Hacer un ejercicio de imaginación. El cerebro, en ocasiones, no distingue la realidad de la imaginación. Por eso, es bueno imaginar previamente la situación en la que uno mismo habla en público adecuadamente con el máximo detalle posible. Cuando se hable en público, el cerebro no interpretará esta situación como totalmente nueva, porque para él ya ha sucedido, aunque sea en imaginación.

 

6. Dominar el tema

Conocer a fondo el tema a exponer proporciona las bases para una buen discurso, desde una mayor sensación de autoconfianza, hasta un mayor conocimiento para preparar los puntos importantes de la charla y también poder contestar las preguntas que el público pueda plantar.

 

7. Tener claro el objetivo

Tener claro el objetivo de la charla es necesario para tener un punto de referencia presente en todo momento. Saber qué queremos comunicar y qué debemos transmitir para que guíe el discurso. El objetivo debe aparecer en la conclusión.

 

8. Conocer a la audiencia

Saber las características del público a quien irá dirigida la charla. Eso permite adaptar tanto la información como la manera de darla. Para ello, es necesario ponerse en el lugar de los asistentes y hablar al público de aquello que le resulte interesante y en un lenguaje que se ajuste a su comprensión.

 

9. Preparar el discurso

Es primordial preparar muy bien qué decir y como decirlo, es decir, planear un guión con el esqueleto del discurso. Las primeras veces que se habla en público, cuanto menos se deje al azar, mejor. Se recomienda empezar a preparar el guión por la conclusión y continuar trazando el camino para llegar a ella.

 

10. Generar interés

Para crear expectativa y generar interés, se puede utilizar alguno de estos trucos para llamar la atención:

 

Formular una pregunta impactante. Por ejemplo: ¿Eliminar las drogas o legalizar las drogas?

Citar una frase conocida. Un ejemplo: Solo sé que no sé nada. Incluso, añadir alguna variante. Por ejemplo: Houston, tenemos 3 problemas.

Utilizar un juego de palabras. Como: Beber para vivir y no vivir para beber

Proporcionar datos sorprendentes: En España se suicidan cada día más de 10 personas.

Utilizar ejemplos, contenido visual, datos estadísticos, metáforas, comparaciones, etcétera. Es una manera de ofrecer la información de forma diferente y atractiva. Sin embargo, estos recursos se deben emplear con moderación.

11. Establecer un buen ambiente con el público

Tener la simpatía del público será uno de los factores clave para que un discurso tenga éxito. Eso se puede conseguir practicando la empatía, siendo honesto, explicando alguna anécdota interesante o divertida e interaccionando con la audiencia: se puede hacer un halago, una pregunta dirigida al público, etcétera.

 

12. Ser natural

Se recomienda optar por la sencillez, la facilidad y la claridad. Utilizar un vocabulario comprensible y procurar no divagar ni perder el hilo de las explicaciones.

 

13. Utilizar el humor, si procede

En situaciones en que el uso del humor sea adecuado, este permite amenizar el discurso y conectar con la audiencia. También suscita la sonrisa del público y favorece la predisposición a mantener la atención.

 

14. Hacer un correcto uso del silencio

Una pausa en el discurso sirve por ejemplo, para dejar un espacio a la audiencia para procesar la información y reflexionar. En este caso, se utilizaría tras una frase importante, una explicación de peso o la formulación de una pregunta. Por otra parte, el silencio permite llamar la atención y crear expectación. En este caso, se puede utilizar antes de contestar a una pregunta, antes de seguir con una parte importante del discurso o antes de desvelar una información.


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