El Arte de hablar en público.
HBLAR. Por trabajo, para vender, comunicarse con su entorno
Lo principal
Cuando uno va a hablar en público
es fundamental tener claro el objetivo de la intervención: Se quiere transmitir
una información (por ejemplo, resultados de la empresa), se quiere manifestar
una opinión sobre un tema determinado, simplemente se quiere entretener, etc.
Hablar en público no se limita a
tomar la palabra y "soltar" un discurso; hablar en público consiste
en lograr establecer una comunicación efectiva con el mismo, en la que uno sea
capaz de transmitir sus ideas.
Por ello, las intervenciones hay
que prepararlas a conciencia, lo que implica no limitarse a elaborar el
discurso, sino que hay que ensayar la forma en la que se va a exponer: El
orador tiene que conseguir que el público se interese por lo que les va a decir
y esto exige dominar las técnicas de la comunicación.
Cuando se va a hablar sobre un
tema lo primero que el orador tendrá que hacer es dominarlo. En el momento en
el que tome la palabra deberá tener un conocimiento sobre el mismo muy superior
del que tiene el público. El orador tiene que tener algo interesante que
transmitir. Uno debe evitar a toda costa hablar sobre un tema que apenas domine
ya que correría el riego de hacer el ridículo.
Aunque resulta natural estar algo
nervioso cuando se va a hablar en público, hay que tener muy claro que el
público no es el enemigo, pero que se encuentran a la espera del más mínimo
fallo para saltar sobre el orador.
PREPARARSE ANTES DE HABLAR EN PÚBLICO: CALCULAR TODO
La elaboración del discurso, aun
siendo determinante, constituye tan sólo una primera etapa de la preparación
del acto. Cuando se prepara un discurso hay que tener muy claro cuál es su
objetivo, qué es lo que se pretende conseguir (informar, motivar, divertir,
advertir, etc.).
En primer lugar hay que definir
el tema de la exposición. Esto puede venir ya indicado por los organizadores
del acto (aunque uno siempre podrá darle su propia orientación) o puede que uno
tenga libertad para elegirlo. Definido el tema, hay que determinar la idea
clave que se quiere transmitir y sobre la que va a girar toda la argumentación.
El discurso se estructura en tres
partes muy definidas:
Introducción (plantea el tema que
se va a abordar y la idea que se quiere transmitir).
Desarrollo (se presentan los
distintos argumentos que sustentan la idea).
Conclusión (se resalta nuevamente
la idea y se enumeran someramente los argumentos utilizados).
El discurso no tiene por qué ser
una pieza literaria: lo que sí debe primar es la claridad.
Al ser escuchado (y no leído) el
público no tiene tiempo de analizar detenidamente el lenguaje utilizado, la
estructura de las frases, etc.
Además, en el supuesto de no
entender una frase no va a tener la posibilidad de volver sobre ella.
Todo ello lleva a que en el
discurso deba emplearse un lenguaje claro y directo, frases sencillas y cortas.
Hay que facilitarle al público su comprensión.
Fuente: Articulo
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