jueves, 26 de agosto de 2021

Técnicas para hablar en público y no desmayarte en el intento

 


Muestra naturalidad

Una de las mejores técnicas para hablar en público es que siempre seas tú mismo y no interpretar ningún papel, ya que esto haría que perdiéramos credibilidad sobre lo que estamos diciendo. Si sois personas alegres, no tenéis que contener vuestro carácter por tratarse de una conferencia seria. Si sois tímidos no tenéis por qué convertiros en personas extrovertidas para hacer vuestra presentación.

No tenéis que vestir sintiéndoos incómodos; para hablar en público no necesitas llevar traje, corbata y zapatos. Si no te gustan, ¡no los lleves! Es mejor vestir un poco informal y no preocuparte durante toda la charla sobre tu ropa.

Eso sí, sé tú mismo, pero respetando a la audiencia que te va a escuchar.


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Conoce a tu audiencia

Es en lo que más debes pensar. Son las personas que te van a escuchar y no debes permitir que se aburran. Antes de empezar a preguntarte cómo dirás las cosas, cómo irás vestido, cómo te moverás por el espacio… debes ponerte en la piel “del que escucha”.

¿Por qué está aquí?, ¿qué necesita?, ¿qué espera de mí?, ¿cuánto tiempo tiene? Es importante que te rijas a lo que ellos van a sacar de tu presentación, y no al revés.

Cuidado con la pedantería o la sobreestimación. A veces pecamos de pensar que el público sabe de todo de lo que vamos a hablar. ¡Tened cuidado con eso! El público no es omnisciente, así que explica las cosas de forma ordenada y clara, y sin dejarte ningún detalle. Pero procura no pasarte, tu audiencia tampoco es tonta ni quieres que se sientan así.


Lo mejor al principio

Usa una buena frase al principio. Con eso harás que haya más expectación y una mayor predisposición de tu público a escucharte. Puedes usar frases célebres, ideas un poco locas, o una pequeña broma. Aunque vigilad con el uso del humor, ya que es una de las técnicas para hablar en público potentes, pero muy difícil de usar con éxito. No a todo el mundo le hacen reír las mismas cosas.

Empieza de forma positiva, la actitud con la que hables también se transmite al público. Y una pequeña sonrisa no está de más, ya que el público será más afable contigo.


Controlar los nervios

¡El gran dilema! El miedo a hablar en público es una de las fobias más extendidas. Más del 80% de la población reconoce tener pánico a hablar ante grandes concentraciones de gente. Así que tranquilo, si eres uno de ellos no estás solo. Por mucho que he leído acerca del tema, sigo pensando que no existe el remedio perfecto. Es más, muchos de los consejos que aparecen en artículos y libros se contradicen. Así que supongo que cada persona debe encontrar con qué trucos se siente cómoda.

Aunque lo que siempre tienes que tener en cuenta es que si te has preparado bien, y a conciencia, las posibilidades de que algo salga mal son mínimas. Si en algún momento te bloqueas, respira, cuenta hasta 5, bebe agua y retoma tu discurso. Y si nada de eso es suficiente, puedes recurrir al típico “imagina a tu público desnudo”.

 

Preparar la presentación

Tarjetas, un vídeo, material de apoyo, esquemas… y sobretodo práctica, mucha, muchísima práctica. Hablar en público puede ser un don, pero también es algo que se aprende, de eso no te quepa duda. Así que siempre se puede mejorar, y se mejora a través de la preparación y la práctica.

Hay gente que practica delante del espejo, otros prefieren grabarse para poder observarse y analizarse después y otros sencillamente realizan su presentación delante de amigos o familiares. En un entorno más amigable suele sernos más fácil ser nosotros mismos y nos ayuda a conseguir seguridad.

Prepara bien tu material de apoyo, pero recuerda que solo es eso, de apoyo.


Mira a toda tu audiencia

Hablando de no centrarse en el material de apoyo… ¡Tampoco lo hagas en una sola persona! Por muy importante que sea, o por muy interesado que lo veamos. Estás delante de todo un público, tu público quiere ser tratado por igual, así que hazlo.

Usa la “mirada faro” y observa a cada persona de tu audiencia. Si es un espacio muy grande, hazlo por sectores. El contacto visual es un arma muy poderosa, que hará que tu público preste aún más atención si cree que te diriges a ellos directamente.


La importancia del ritmo

No uses cantinelas. Cuando damos largas charlas, muy ensayadas, solemos aprendernos de memoria tanto las palabras como el ritmo y el tono. Eso es un gran error para hablar en público.

Varía la velocidad, el tono y la fuerza durante el discurso. Marca bien los puntos más importantes con fuerza y un ritmo lento. Deja pausas si lo que has dicho requiere de un tiempo de reflexión por parte de tu audiencia. ¡Dale ritmo, dale vida al discurso!


Señala de qué estás hablando

Como he dicho tu público no lo sabe todo, y por mucho que el título de tu presentación dé una idea de qué van a oír, siempre es mejor dejarlo claro. Y si es necesario, repítelo.

Si ves que te empiezas  a ir por las ramas, vuelve al inicio. Repite tu tema, y vuelve a partir de ahí. Para hacer esto, te será muy útil tener un esquema de la presentación completa, que puedes enseñar a tu audiencia o no.


Fuente: https://www.iebschool.com/blog/tecnicas-para-hablar-en-publico-management/


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lunes, 1 de junio de 2020

Si tienes miedo de hablar en público

El miedo a hablar en público es una emoción más habitual de lo que parece que se expresa como una sensación muy desagradable. Esta sensación se da en el momento de hablar en público, pero también en los momentos previos y durante el periodo de tiempo en el que la persona sabe que deberá hablar en público. Ya sea para defender un trabajo en el colegio, presentar una propuesta en el trabajo o hacer un discurso para una celebración.

El miedo a hablar en público se debe a la percepción de peligro, es decir, a la creencia de que hablar en público conlleva algún riesgo. Por ejemplo, hacer el ridículo, hacerlo mal, que los demás piensen que no sabes, etcétera. Pero la realidad es que no existe un peligro tan grande como para tener una reacción de miedo que nos incapacite a hablar en público. Todo está en nuestra mente y en la interpretación desadaptativa de la realidad.

La emoción de miedo, lleva asociada la acción de evitación y de huida. En caso de que se huya de la situación y se evite hablar en público, el miedo se reforzará y se fortalecerá. Por tanto, si quieres perder el miedo a hablar en público, lo mejor que puedes hacer es afrontar la situación.

Cómo aprender a hablar en público

Observa a oradores y capta sus trucos. Fíjate en la gente que habla en público, qué aspectos tienen en común, qué detalles te llaman la atención. Puedes buscar uno o varios referentes. Observando a los demás, sabrás por dónde empezar.

Imita a tus referentes o personas que te guste como hablan ante los demás. Busca un momento de tranquilidad, ponte en la piel de un orador e imítale copiando las técnicas que utiliza al hablar en público.

Practica. Todas las habilidades prácticas se aprenden repitiendo una y otra vez. Aprender a dar discursos ante los demás se aprende con la práctica.

Identifica los errores. Siempre hay algo que se puede mejorar. Sé consciente de los fallos, elige uno de ellos y céntrate en ese para mejorarlo. Cuando hayas adquirido ese aprendizaje, identifica otro error y sigue el mismo procedimiento.

Técnicas para hablar en público sin nervios

Es posible aprender la habilidad de orar mediante el conocimiento y la aplicación de las técnicas para hablar en público sin servios y la práctica de las mismas. A continuación, se exponen algunas de las más importantes.

 

1. Creer en uno mismo

Aumentar el nivel de seguridad en uno mismo. Se puede trabajar en aumentar la autoconfianza, pues, para hablar en público, es de gran importancia creer en uno mismo. Debes confiar en ti mismo, en tus capacidades y en tus conocimientos.

 

2. No juzgarse

Lo importante no es el orador, sino el discurso. El público, seguramente, no va a observar y evaluar al orador, va a escuchar un discurso. Por tanto, lo importante es lo que se transmita y lo que se aporte al público, la información y la sensación que la audiencia se lleve de la ponencia.

 

3. Ignorar los nervios

Es normal sentir cierta activación del organismo, como por ejemplo, aumento del ritmo cardíaco y respiratorio, sudor en las manos, leve temblor y excitación general. No pasa nada, simplemente el organismo se está activando para hacer frente a un desafío. El corazón bombea más rápido para irrigar todas las zonas de nuestro cuerpo, así cómo la respiración se acelera para proporcionar oxígeno. Los músculos se preparan para el movimiento y aumenta la temperatura corporal. Todo el cuerpo está listo para ayudarnos a afrontar el reto de dar una conferencia en público. No es necesario darle más importancia de la que tiene.

 

4. Aprender técnicas de respiración y relajación

En caso que los nervios incapaciten para hablar en público, se deberá aprender técnicas de respiración, como la respiración diafragmática, y de relajación, como la relajación muscular progresiva de Jacobson. Para poder ponerlas en práctica y conseguir un descenso de la activación fisiológica.

 

5. Imaginar

Hacer un ejercicio de imaginación. El cerebro, en ocasiones, no distingue la realidad de la imaginación. Por eso, es bueno imaginar previamente la situación en la que uno mismo habla en público adecuadamente con el máximo detalle posible. Cuando se hable en público, el cerebro no interpretará esta situación como totalmente nueva, porque para él ya ha sucedido, aunque sea en imaginación.

 

6. Dominar el tema

Conocer a fondo el tema a exponer proporciona las bases para una buen discurso, desde una mayor sensación de autoconfianza, hasta un mayor conocimiento para preparar los puntos importantes de la charla y también poder contestar las preguntas que el público pueda plantar.

 

7. Tener claro el objetivo

Tener claro el objetivo de la charla es necesario para tener un punto de referencia presente en todo momento. Saber qué queremos comunicar y qué debemos transmitir para que guíe el discurso. El objetivo debe aparecer en la conclusión.

 

8. Conocer a la audiencia

Saber las características del público a quien irá dirigida la charla. Eso permite adaptar tanto la información como la manera de darla. Para ello, es necesario ponerse en el lugar de los asistentes y hablar al público de aquello que le resulte interesante y en un lenguaje que se ajuste a su comprensión.

 

9. Preparar el discurso

Es primordial preparar muy bien qué decir y como decirlo, es decir, planear un guión con el esqueleto del discurso. Las primeras veces que se habla en público, cuanto menos se deje al azar, mejor. Se recomienda empezar a preparar el guión por la conclusión y continuar trazando el camino para llegar a ella.

 

10. Generar interés

Para crear expectativa y generar interés, se puede utilizar alguno de estos trucos para llamar la atención:

 

Formular una pregunta impactante. Por ejemplo: ¿Eliminar las drogas o legalizar las drogas?

Citar una frase conocida. Un ejemplo: Solo sé que no sé nada. Incluso, añadir alguna variante. Por ejemplo: Houston, tenemos 3 problemas.

Utilizar un juego de palabras. Como: Beber para vivir y no vivir para beber

Proporcionar datos sorprendentes: En España se suicidan cada día más de 10 personas.

Utilizar ejemplos, contenido visual, datos estadísticos, metáforas, comparaciones, etcétera. Es una manera de ofrecer la información de forma diferente y atractiva. Sin embargo, estos recursos se deben emplear con moderación.

11. Establecer un buen ambiente con el público

Tener la simpatía del público será uno de los factores clave para que un discurso tenga éxito. Eso se puede conseguir practicando la empatía, siendo honesto, explicando alguna anécdota interesante o divertida e interaccionando con la audiencia: se puede hacer un halago, una pregunta dirigida al público, etcétera.

 

12. Ser natural

Se recomienda optar por la sencillez, la facilidad y la claridad. Utilizar un vocabulario comprensible y procurar no divagar ni perder el hilo de las explicaciones.

 

13. Utilizar el humor, si procede

En situaciones en que el uso del humor sea adecuado, este permite amenizar el discurso y conectar con la audiencia. También suscita la sonrisa del público y favorece la predisposición a mantener la atención.

 

14. Hacer un correcto uso del silencio

Una pausa en el discurso sirve por ejemplo, para dejar un espacio a la audiencia para procesar la información y reflexionar. En este caso, se utilizaría tras una frase importante, una explicación de peso o la formulación de una pregunta. Por otra parte, el silencio permite llamar la atención y crear expectación. En este caso, se puede utilizar antes de contestar a una pregunta, antes de seguir con una parte importante del discurso o antes de desvelar una información.


miércoles, 28 de junio de 2017

Técnicas para hablar en público.

Hablar en público. Tener éxito en nuestra exposición.

Hablar en público no es un tarea fácil para la mayoría de las personas. Requiere tener los nervios bien templados, definir bien los objetivos, ser claro, conciso, organizado y saber determinar el público al que nos dirigimos.
Muchas personas tienen miedo al hablar en público o sienten ansiedad e inseguridad. La mayoría de las ocasiones se debe a una falta de confianza en la preparación previa para un discurso, conferencia o reunión. Para superarlo, siga estos métodos y técnicas que le permitirán ganar confianza y seguridad en sí mismo.
Debemos poner un límite a nuestra exposición, no muy extenso para no "cansar" a los oyentes. No se deben decir más de unas 150 a 175 palabras por minuto, para que la gente pueda seguir correctamente su disertación. Tampoco diga menos palabras haciendo un discurso lento, para que la gente no se distraiga o pierda interés por el tema.

A la hora de hablar no debe olvidarse estos puntos fundamentales

1. Coloque el micrófono a la altura correcta y compruebe que el sonido llega a toda la sala.

2. Organice bien la introducción, desarrollo y conclusión de la charla.

3. No abuse de los gestos y la expresión corporal.

4. En la medida de lo posible, interactúe con los oyentes, para hacerlo más ameno.

5. Hable como si se dirigiera solo a una persona.

6. Si va con retraso, resuma partes poco importantes.

7. Evite cualquier tipo de distracción: ruidos, móviles, música, etc.

Fuente: Protocolo.org

viernes, 11 de marzo de 2016

Hablar en público



Si eres estudiante, empleado, gerente o emprendedor, entonces estoy seguro que ya has tenido que hablar en público; si aún no lo has hecho, pues deberías empezar a prepararte para ese momento.
Es comprensible que con todas las miradas sobre ti sientas miedo a hablar en público; es por eso que quiero darte algunas sencillas técnicas para hablar en público que te ayudarán a controlar el miedo y a destacarte ante los demás.

Conoce a tu público: Conocer a tu audiencia es bien importante. Esto te ayuda a determinar el enfoque, el tono y el lenguaje que emplearás para comunicar tu mensaje. Hablar en público ante un grupo de adultos es muy diferente a hablar a niños que carecen de madurez, experiencia y educación. Lo mismo es cierto cuando se trata de hablar en público a grupos que están formados por personas de diferentes culturas, profesiones y niveles empresariales. Debes conocer cuáles son los intereses y preocupaciones de tu público, esto te permitirá adaptar tu presentación a ellos y estarás mejor preparado respecto a las preguntas que puedan surgir.

Ten un mensaje simple: Entre más elaborada y cargada esté tu exposición, es mucho más probable que pierdas la atención del público y que ellos olviden rápidamente tu mensaje. Además, una exposición con muchas ideas, con muchos datos y con mucha información, solo te complicará las cosas e incrementará tu ansiedad y miedo a hablar en público. Tú quieres que tu mensaje sea claro, conciso y memorable, así que ten un mensaje simple y no lo compliques con muchos argumentos para que el público pueda captar y procesar las ideas principales con facilidad.

Enfócate en tu mensaje: Al hablar en público debes evitar pensar que el público te estará evaluando. No debes pararte ante el público pensando que es una prueba que estás tomando y que debes lucírte. Este proceder solo incrementa el miedo a hablar en público y te impide conectarte con el público ya que piensas en la satisfacción de tu propio ego y no te enfocas en tu mensaje ni en el público. Al hablar en público debes demostrar interés y preocupación por tu audiencia, por sus deseos, por sus preocupaciones y por sus intereses; así que no te preocupes por impresionar, enfócate en tu mensaje y en que el público lo comprenda.

Habla desde el corazón: Cuando presentes tus ideas y tu mensaje con sinceridad y honestidad, este resonará en la mente del público. Tienes que ser tú mismo y no tratar de ser o aparentar otra persona. Se natural y espontáneo. La honestidad y sinceridad son rasgos que el público valora y aprecia mucho. Hablar desde el corazón, con pasión y entusiasmo, es lo que te hará sobresalir al hablar en público. Finalmente,  te invito a seguir explorando estos puntos en profundidad ya que en anteriores artículos y vídeos he tratado más ampliamente estas técnicas para hablar en público y seguiré abundando al respecto.

     Fuente: http://hablaenpublicoconpoder.com/blog/4-tecnicas-para-hablar-en-publico-y-reducir-el-miedo.html

jueves, 10 de marzo de 2016

Técnicas para hablar en público



  • Requiere definir bien los objetivos, ser claro, conciso, organizado 
  • y saber a que público nos dirigimos.

Dirigirse a un grupo de personas. Hablar en público.

Hablar en público no es un tarea fácil para la mayoría de las personas. Requiere tener los nervios bien templados, definir bien los objetivos, ser claro, conciso, organizado y saber a qué público que nos dirigimos. Debemos poner un límite a nuestra exposición, no muy extenso para no "cansar" a los oyentes. No se deben decir más de unas 150 a 175 palabras por minuto, para que la gente pueda seguir correctamente su disertación. Tampoco diga menos palabras haciendo un discurso lento, para que la gente no se distraiga o pierda interés por el tema.

Los puntos que debe tener claro un buen orador son:

1. Conocer los destinatarios.

Quién va a ser nuestra audiencia: estudiantes, profesionales, empresarios... esto nos ayudará a enfocar nuestra exposición de forma correcta.

2. Organización.

Exponer de forma organizada todos los temas nos permite que sea más fácil seguir el "hilo" de nuestra charla.

3. Extensión.

Exponga solamente lo fundamental del tema. No quiera extenderse hasta agotar el tema. Acabaría cansando al público y perdiendo su atención.

4. Objetivos.

Debemos concretar bien y de forma definida los objetivos de la charla, ponencia o conferencia. Tenemos que "tener claro" cuál es el mensaje que queremos transmitir a nuestra audiencia, sin repetirnos en interminables palabras que no nos conducen a ninguna conclusión clara.

5. Ayudas.

Cuente a su lado, con todo tipo de ayudas que hagan comprender mejor la exposición que está realizando: proyectores, ordenadores, diapositivas, gráficos y cualquier tipo de documentación que pueda facilitar a los oyentes. Ahora bien, sin abusar de los mismos, marginando totalmente al orador.

A la hora de hablar no debe olvidarse estos puntos fundamentales:

1. Coloque el micrófono a la altura correcta y compruebe que el sonido llega a toda la sala.

2. Organice bien la introducción, desarrollo y conclusión de la charla.

3. No abuse de los gestos y la expresión corporal.

4. En la medida de lo posible, interactúe con los oyentes, para hacerlo más ameno.

5. Hable como si se dirigiera solo a una persona.

6. Si va con retraso, resuma partes poco importantes.

7. Evite cualquier tipo de distracción: ruidos, móviles, música, etc.

Uno de los modelos más conocidos para una correcta exposición hablada es el modelo SPAM. Este nos da 4 puntos básicos:

1. Situación.

Tener en cuenta la hora y el lugar donde se va a celebrar el acto.

2. Propósito.

Las metas que el orador espera obtener con su charla.

3. Audiencia.

A que personas va destinada nuestra charla.

4. Método.

Que método vamos a utilizar para nuestra charla.

El método a utilizar es de gran importancia para el éxito de la charla. Tenemos como principales métodos:

1. Informativo.

Lo que se expone es nuevo para la audiencia, y se expone de forma clara y precisa, para que la información expuesta sea de utilidad al público asistente.

2. Persuasivo.

El orador trata de explicar características de un producto o servicio, de convencer de la conveniencia del mismo.

3. Entretenimiento.

El motivo de la exposición suele tener una finalidad de entretenimiento.

Aparte del método elegido para su conferencia, charla o exposición, deberá tener en cuenta ciertos puntos básicos a cualquier tipo de charla:

1. Ser breve en los agradecimientos y reconocimientos previos a la charla.

2. Mantener la cabeza elevada y mirar al frente y a la audiencia, siempre que podamos.

3. Cuidar la voz. Emplear un tono adecuado, una vocalización correcta y un volumen adecuado.

Lo mejor que podemos hacer antes de una "actuación" en público es practicar.

1. Lea su ponencia en alto varias veces para escucharse. E incluso, grábela y escúchese o tenga a alguien con Usted para que opine.

2. Utilice su lenguaje corporal y sus gestos, como si estuviese delante del público. Lo mejor es practicar delante de un espejo.

3. Procure memorizar las partes fundamentales del texto, para evitar una continua lectura del mismo y estar demasiado tiempo con la cabeza baja - cabizbajo.

Fuente: https://www.protocolo.org/social/conversar_hablar/hablar_en_publico_tecnicas_para_hablar_en_publico.html

miércoles, 9 de marzo de 2016

El sermón

Se denomina sermón u homilía al género de la oratoria que consiste en un discurso de tema religioso, por lo general pronunciado durante el culto cristiano. El sermón se pronunciaba, en la primera liturgia cristiana, en latín, pero después, en vista de que el pueblo ya no entendía el latín culto, empezó a pronunciarse en lengua vernácula, mientras que el resto de la liturgia continuaba pronunciándose en latín. Algunos autores piensan que ese fue el origen de cierto transvase de voces, proverbios y cuentecillos cultos a la lengua vulgar, dando origen a buena parte de la literatura folclórica.
El sermón podría ser dogmático, místico, ascético o parenético. Era dogmático si trataba de dogmas; los que explicaban los misterios, eran los sermones místicos; los que trataban sobre las prácticas religiosas, se denominaban ascéticos y los que versaban sobre cuestiones morales, parenéticos. Estos últimos se subdividían a su vez en homilías, pláticas y sermones propiamente dichos. También existe el fervorín (antes de comulgar), la oración fúnebre (glosando las virtudes de un difunto) y el panegírico (en honor de un santo).
En la primitiva Iglesia sólo estaba permitida la predicación de los obispossan Juan Crisóstomo fue, según la opinión de algunos autores, el primer presbítero que subió a la cátedra del evangelio en AntioquíaOrígenes y san Agustín predicaron igualmente no siendo más que simples sacerdotes, pero estos casos eran raros principalmente, en Occidente.
Los obispos miraban el ministerio de la predicación como muy propio de su dignidad y en su presencia no solía predicar ningún presbítero. Estos predicaban en ausencia del obispo en la iglesia metropolitana y comúnmente en las iglesias parroquiales. A veces, varios presbíteros uno después del otro, hacían su exhortación al pueblo después del canto del Evangelio en la misa y finalmente, el obispo. Si el presbítero por poca robustez no podía predicar, el diácono leía algún sermón u homilía de los Santos Padres. En casos extraordinarios podía el obispo permitir que algún clérigo de menores o algún seglar de singular fama, virtud y ciencia predicase públicamente en la iglesia con arreglo a lo dispuesto públicamente en el concilio IV de Cartago pero nunca a las mujeres por santas y doctas que fuesen.
El predicador solía al comenzar implorar brevemente el auxilio divino, saludar al pueblo y concluía con la alabanza o invocación a la Santísima Trinidad y con alguna oración. El predicador solía estar sentado aunque se levantase algunas veces. Los oyentes en algunas provincias estaban sentados y en otras, de pie. A veces, el auditorio interrumpía al orador con aclamaciones cuya costumbre deseaba abolir san Crisóstomo pues como decía san Jerónimo el llanto de los oyentes es elogio del orador sagrado.
Los predicadores solían llevar preparado lo que habían de decir mientras que los más ejercitados improvisaban. Algunos notarios copiaban muchas veces los sermones valiéndose para ello de notas o abreviaturas.1

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Serm%C3%B3n

miércoles, 8 de abril de 2009

Siete Tips para mejorar el hablar en publico

De: Daniel Alarcon

1. Prepararse.

No hay peor situación que llegar a una presentación o dar una charla en público sin haberse preparado. Debes dominar el tema, documentarte sobre todos los términos que vas a usar, ser un “experto” en el tema, aún cuando sea algo que no es de tu carrera y hayas sido invitado excepcionalmente. Prepararse significa: documentarse, revisar, practicar, practicar y practicar tu presentación.

2. Seleccionar adecuadamente el material.

No te atengas a Flash, Power Point, o cualquier herramienta tecnológica. El público quiere escuchar un orador, no deleitarse (o aburrirse en el peor caso) en una presentación de computadora. Tienes que revisar el material, es decir que sea: ad-hoc al tema, conciso, relevante, no saturado con números y estadísticas, ameno (pero no chistoso).

3. Presentación

La presentación del orador u oradora es sumamente importante, tienes que llegar vestido según la ocasión y según el tipo de público. No uses cadenas o collares que llamen la atención, ni llaveros que suenen. Quieres que el público esté pendiente de tu presentación y no de tus movimientos. El cabello bien arreglado, limpieza general en tu persona y ten cuidado de no tomar sodas antes de la presentación.

4. Preguntas

Tienes que estar preparado para las preguntas. El ejercicio que te recomiendo es: deja la presentación corriendo o ponla en la pantalla y siéntate como que fueras parte de la audiencia. Que preguntarías? Que temas crees que el público pedirá ampliar? Que estas asumiendo que ellos ya saben? Que palabra costará que comprendan? Luego anota estas preguntas y prepara las respuestas. Debes ir preparado por si llega alguien que “sabe mucho” y te preguntará de todo.

5. Poner las reglas.

Muchos oradores olvidan esto y es lo primero, cuando inicias la presentación tu puedes indicar las reglas que regirán tu presentación (que no sean del todo rígidas pero ponlas). Principalmente indica si aceptarás preguntas durante o al final de la presentación o por temas, ten tacto al contestar aún cuando la pregunta sea trivial.

6. Conocer a la audiencia y el lugar

No puedes llegar a una presentación sin conocer a quien se la vas a dar. Investiga quienes asistirán (aún cuando sea una charla ocasional), pregunta sus edades, sexo, si son profesionales, si conocen algunas preferencias y lo mas que puedas. Visita al menos una vez el lugar donde darás la charla, si no puedes antes, trata de llegar una hora o media hora antes. Esto te permitirá probar el equipo, luces, ubicación, etc.

7. Siempre un BACKUP

Has oído de la ley de Murphy; pues se cumple en todo lugar y en todo tipo de actividades, por ello debes ir preparado con un respaldo de todo: Lleva copias impresas de la presentación (nunca las des al público antes, estarán leyendo y no poniéndote atención), lleva una copia en una memoria USB y en un CD, lleva una extensión eléctrica, un adaptador para toma eléctrico, un puntero láser, lápices de repuesto, plumones permanentes y para pizarra blanca. Mientras mas cubiertas estén las posibilidades, mejor; la audiencia o público te lo agradeceré.

Dar una presentación profesional no es fácil, aún para el mas experto orador o presentador, el éxito reside en dominar el tema y combinar este dominio con una preparación en todos los aspectos que rodean tu presentación.

Acerca del autor:
Profesional con estudios en Finanzas y administracion, mas de 13 años como gerente, experiencia como consultor empresarial y de negocios.

Fuente: Artículos Gratuitos Online de Articuloz.com

El Orador del Futuro: Innovación y Tendencias en la Oratoria

El arte de hablar en público ha evolucionado significativamente a lo largo de los años. Lo que antes se consideraba una habilidad reservada ...